PARTES DE LA NARRACIÓN


Toda narración consta de diferentes momentos que se llaman:
  • Principio o inicio
  • Nudo
  • Desenlace o final
El inicio
 Indica cuándo sucede la historia, quién es el personaje principal y el lugar donde suceden los hechos y cuándo suceden.
Se suele encontrar la presentación de los personajes que intervienen en el relato, así como el tiempo y el lugar en el que ocurren los hechos.

Ejemplo de inicio en la fábula “la liebre y la tortuga”

“La liebre se alababa en cierta ocasión, delante de los demás animales, de su incansable velocidad en la carrera.
– Nadie me ha derrotado jamás -decía cuando echo a correr con todas sus fuerzas.-Desafío al que quiera probarlo.
-Acepto el desafío dijo- la tortuga tranquilamente.”






El nudo

 Habla de lo que le ocurre al personaje principal.  Se conoce el problema al cual se enfrenta y la forma de resolverlo.
Se presenta generalmente un conflicto, a partir del cual la acción del relato se dirigirá hacia un final.  El conflicto puede establecerse entre dos personajes y también a partir de un hecho decisivo.

Ejemplo nudo en la fábula “la liebre y la tortuga”
“Llegado el día de la carrera, emprendieron ambas la marcha al mismo tiempo. La tortuga en ningún momento dejó de caminar y, a su paso lento pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado tranquilamente al final y obtenido la victoria.”






Desenlace o final

 Es el momento en que se resuelve el problema y termina la narración.
La resolución final del conflicto se ha planteado a lo largo del nudo.  Puede presentarse de dos maneras:
·         Un final cerrado, cuando el autor o autora deja perfectamente
acabada la acción, de modo que la historia no puede continuar.
·         Un final abierto, que permite que la narración pueda continuar con nuevos episodios, sin que cambie el sentido de los acontecimientos principales.  Incluso el lector puede imaginar la continuación de la historia.
Ejemplo del desenlace en la fábula “la liebre y la tortuga”:

Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado tranquilamente al final y obtenido la victoria.”



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página